Friday, January 7, 2011

Antiguos templos mayas


Tikal, el apogeo del mundo maya
Las orgullosas cimas de las pirámides de Tikal se elevan por encima de la frondosa selva guatemalteca, desafiando el paso del tiempo. Conocida por los mayas como Mutul, Tikal alcanzó su apogeo en el siglo VII d.C., liderada por su rey Jasaw Chan Kawil, quien la convirtió en la metrópoli maya más importante. Pero en el siglo IX sus habitantes la abandonaron y fue engullida por la vegetación.

Sobre las copas de los árboles más altos de la selva guatemalteca asoman los antiguos templos de Tikal, cuyos soberanos encarnaron el esplendor de la civilización clásica maya. La civilización maya floreció entre el siglo V a.C. y el siglo XVI d.C. en un extenso territorio que abarca casi 300.000 kilómetros cuadrados y que en la actualidad se reparten México, Guatemala, Honduras y Belice. Entre los muchos enigmas que esa antigua cultura plantea a los investigadores destaca su inagotable y enorme furor constructivo: en un medio hostil, cubierto de densos bosques tropicales y pantanos, los mayas levantaron centenares de espléndidas ciudades de piedra, cuyas altas pirámides todavía hoy desafían a la voraz vegetación alzándose soberbias por encima del océano verde. De todas esas urbes -que tienen nombres sonoros, en su mayoría modernos, como Palenque, Copán, Oxkintok, Calakmul, Uxmal o Yaxchilán-, la más grande, la que reúne algunos de los monumentos más extraordinarios creados por el hombre precolombino, es, sin duda, Tikal, que se levanta en el actual departamento guatemalteco de El Petén. Las ruinas fueron descubiertas por Modesto Méndez en 1848, aunque Hernán Cortés llegó a pasar muy cerca de allí en su viaje a Honduras, en 1525, y también otros viajeros pudieron haberlas visitado después de que el reino presidido por esta poderosa ciudad se hundiera irremediablemente hacia finales del siglo IX. Hoy en día, de aquella inmensa urbe los visitantes contemplan solamente la pequeña extensión que se ha excavado y restaurado, donde los imponentes edificios se alzan entre árboles y plantas de un vasto parque natural protegido. El área ocupada por la civilización maya estuvo dividida en ciudades-estado, cada una de las cuales controlaba un territorio más o menos extenso, pero que rara vez superaba los 3.000 kilómetros cuadrados. Las inscripciones jeroglíficas señalan como posible fundador de la primera dinastía de Tikal, en el siglo I d.C., a Yax Eb Xook, quizás enterrado enla tumba 85, del que no tenemos otros testimonios. Los mayas empleaban un bonito eufemismo para referirse al acto de morir: lo denominaban «entrar en el agua», porque el inframundo, el reino de los muertos, se encontraba detrás o debajo de las aguas que rodean la península de Yucatán. A veces decían «entrar en el camino», haciendo referencia a los laberínticos senderos que descendían al interior de la tierra. La llegada de los teotihuacanos, a finales del siglo IV, inaugura una nu

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